miércoles, 12 de mayo de 2010

Gas natural de Camisea un problema político


Ricardo Alejos


Militante de Constructores Perú



En nuestro post del 28 de Abril habíamos advertido del inicio en Mayo de la exportación del gas natural de Camisea y enfocamos el problema desde la perspectiva de la política energética nacional.



El tema del gas de Camisea siempre ha sido polémico, no sólo ahora, sino desde sus inicios. Shell lo descubrió en 1984, mientras buscaba petróleo y por mala suerte encontró gas natural. Después de frustradas y extensas negociaciones (hasta 1998), se fue sin explotarlo porque el gobierno de aquel entonces no aceptó sus condiciones, que ya incluían la exportación, pues el mercado interno de gas natural era inexistente y la forma de hacer viable el proyecto era la exportación al Brasil.



Al abandonar Shell el proyecto, revirtió al Estado peruano toda su inversión, entre 300 y 400 millones de dólares en exploración nos quedaron de “regalo”. Por eso los precios del lote 88 son baratos, fijados en su momento en 1 US$ por millón de BTU (MMBTU) actualizable.



A fines del gobierno de Fujimori se emitió la Ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural y su Reglamento. El proceso culminó durante el gobierno de Paniagua siendo ministro Carlos Herrera Descalzi. Inicialmente, el reglamento establecía un horizonte permanente de 20 años de abastecimiento interno, es decir, cada año había que asegurar 20 años futuros. Sin embargo, en el año 2003 dicho artículo fue modificado, cambiando el horizonte permanente por uno fijo de 20 años, calculando el horizonte en la fecha de establecido el contrato de exportación, con esta modificación se hizo posible el contrato con Perú LNG para exportar el gas de Camisea.



¿Cuándo ocurrió esto y no nos dimos cuenta? durante el gobierno de Toledo (10% de intención de voto) y siendo ministros Hans Flury y luego Jaime Quijandría este último señalado de un supuesto lobby con Kuczynski (5%).



Entonces, el propio Estado peruano modificó las normas para permitir la exportación del gas natural, ahora podría hacer lo mismo para revertir dicha situación, sólo es cuestión de voluntad política.



La última vez que el actual ministro Pedro Sanchez fue interpelado en el congreso hubieron voces pidiendo declarar inconstitucional las modificatorias realizadas en el gobierno de Toledo y volver al horizonte permanente de 20 años. Con ello se volvería a asegurar el mercado interno y sólo se exportaría aquel gas que “sobre” después de atender al mercado interno.



El tema del gas natural antes que un asunto técnico, es un tema político. Hoy los gobiernos regionales del sur reclaman (antes también lo han hecho sin ser escuchados) con justicia los beneficios de un recurso natural que nos pertenece a todos pero que por ahora sólo disfruta Lima. Tampoco son los primeros que reclaman, durante estos años y mientras se construía la planta de exportación hubieron diversas voces de alerta, incluido el reclamo de los gobiernos regionales, pero recién hoy, teniendo en frente la exportación (Mayo) y las elecciones del 2010 y 2011 el asunto recobra sospechosa relevancia.



Este asunto por su connotación política es una “bomba de tiempo” que será utilizada no sólo con fines políticos electorales regionales sino también por aquellos que buscan convertir nuestro país en una sucursal más de proyectos foráneos (Venezuela) disfrazados de “nacionalistas” o por aquellos que escudados en el respeto a la “estabilidad jurídica” (ya vimos que se modificó las normas sin ningún problema) venden nuestros recursos a intereses privados también extranjeros.



Definitivamente, Camisea es un tema para la campaña electoral del 2010 y 2011, por más que Velásquez Quesquén pida que no se use el tema “políticamente”, ¿Acaso Camisea no es de todos y lo pagamos todos?

viernes, 7 de mayo de 2010

Por un Perú con energía, libre y sin exclusiones.

Ricardo Alejos
Militante de Constructores Perú en Lima


Estimado Hugo Neira, el partido constructores agradece tu comentario a una de las columnas y a la vez recogemos tu sugerencia para aclarar el panorama y lo que pretendemos con este espacio de opinión.

Cierto, un Perú con energía es lo que necesitamos, es decir un país en el que cada ciudadano pueda aportar con su vida al desarrollo colectivo, mediante el proyecto de vida que quiera tener.

Sin embargo, nuestra energía como nación está menoscabada por los más grandes obstáculos de la vida y la libertad que son la pobreza y la exclusión. Pues no concebimos que en nuestro país, niños de zonas altas mueran de frío antes de los seis años cuando el promedio de vida está por encima de los setenta años, estos niños mueren antes de tiempo y no se respeta su derecho a vivir.

Por ello, toda vida nos importa, esta convicción implica mucho en lo programático desde tener mejores sistemas de transporte para que no mueran cada año miles de personas, hasta lograr que todos los ciudadanos tengan acceso a un servicio de salud de calidad.

Creemos que para lograr mayor libertad no debemos sacrificar la igualdad como ocurre con nuestro actual modelo económico, ni tampoco, creemos necesario sacrificar libertad por lograr mayor igualdad, como fue el error de muchos proyectos de izquierda. Por el contrario, la expansión de las libertades requiere un piso mínimo común para todos, un mínimo de acceso a salud, educación, justicia, vivienda, etc.

No podemos ser un Perú con energía mientras cada uno no nos sintamos orgullosos de ser peruanos y de reconocernos en una sociedad multinacional pero que a la vez viene forjando una identidad mestiza y unitaria, una identidad peruana, a la que cariñosamente llamamos identidad chola.

Por otro lado, queremos que así como reclamamos derechos, también seamos capaces de ejercer plenamente nuestros deberes. Hemos visto a lo largo de mucho tiempo incontables luchas por conquistar derechos, pero que algunas veces, no han tenido como obligatoria contraparte el cumplimiento de deberes ciudadanos.

La principal responsabilidad que buscamos asumir como Partido Político es de convertirnos en una élite nacional capaz de darle al país una nueva dirección, con el objetivo de convertir al Perú en una república de ciudadanos libres en una sociedad sin exclusiones. Quienes nos han gobernado hasta hoy sólo han sido seudoélites y grupos de poder particular que siempre prefirieron luchar por el bien privado que por el bien común.

Estamos construyendo un partido democrático y horizontal, no un partido caudillista, no un partido de “vacas sagradas” y cúpulas omnipotentes, por el contrario, queremos ser un partido en donde cada militante aporte desde sus propias capacidades y peculiares especialidades. Un partido que promueva la construcción del poder, donde importe más el conjunto y nadie se sienta por encima de otro, en donde nadie se sienta maestro o padrino de otros, pues esto es lo que han hecho hasta el día de hoy nuestros políticos.

Sobre la dicotomía técnico-político, el Perú se merece una élite política que sea técnica y política a la vez, pues la experiencia nos ha demostrado que no sólo los políticos pueden llevar a buen puerto nuestro proyecto republicano, ni tampoco lo han sido los técnicos como nos lo quiso hacer creer el Fujimorato. Para nosotros, todo político debe necesariamente tener una especialidad técnica en la cual destaque para poder hacer que su servicio político a la sociedad sea eficiente y eficaz, pues en un país con tanta pobreza es inmoral malgastar nuestros pocos recursos.

Por todo ello, apreciado Hugo, nosotros buscamos construir un país con energía, con la energía de TODOS.