Ver ambas palabras pareciera a simple vista una locura para quienes tenemos vínculos familiares con los pueblos de la sierra del Perú, pero me arriesgo a intentar una explicación en este caso. El término marciano hace alusión no sólo a los supuestos habitantes de nuestro planeta vecino Marte sino también a toda una variedad de seres extraños que viven supuestamente a millones de años de luz de nuestro querido planeta tierra. Pareciera en este caso que para Julio Favre las poblaciones que han venido protestando en los últimos meses estuvieran a millones de años luz de su minúsculo mundo.
Creo además que la expresión marcianos en el imaginario de toda la humanidad expresa temor a lo desconocido, terror a la posibilidad de que ese "otro" venido desde las lejanas galaxias se instale en nuestro mundo y nos domine. Para Julio Favre la expresión marcianos me parece expresa eso !Terror¡, le tiene terror a que estos "otros" le "invadan" su mundo perfecto, su sueño personal. Hay que ocultar nuestra realidad para dar una "buena imagen" al exterior. Extraño pero el mundo de Julio Favre ni siquiera es su propio mundo vive añorando una realidad que no es la suya, vive añorando ser de un mundo que no es el suyo.
Pienso que la mayoria de las veces los técnicos no somos concientes de la deuda social que tiene el país, de las distancias inconmensurables que nos alejan a peruanos (como la distancia entre Favre y sus marcianos). En los últimos tiempos hay una incomprensión de esta circunstancia histórica ya que para bien o para mal el presente, como decia Basadre, "está repleto de pasado y preñado de porvenir (futuro)". La figura de no comprender el ¿Por qué estos ciudadanos protestan si las cosas andan tan bien? o ¿Por qué no entienden que esto les hará un bien? la deberiamos de formularla al revés y preguntarnos ¿Qué cosa es lo que no terminamos de comprender NOSOTROS de estos otros ciudadanos?. Así, creo que una tarea pendiente del estado y la empresa privada es la de saldar la cuenta con las poblaciones históricamente marginadas y explotadas, la tarea es de resolver todo ese inventario de deudas educativas, deudas ambientales, deudas en derechos, deudas monetarias, deudas morales y un largo etc, etc.
En el Perú no ha habido un pacto social que nos permita decir que todos somos iguales y que este es el país de todos, resolver este asunto pendiente es la tarea de la clase política de las elites que gobiernan, eso deberia de ser. Muchos no quieren un pacto quieren que se haga lo que ellos mandan y como a ellos les gusta, añoran la sociedad colonial. Así se comportó Favre cuando se le encargó FORSUR pasando por encima de los demás miembros haciendo lo que él quería hacer pero al final como todos sabemos no hizo nada. Ver caricatura de Heduardo .
Julio Favre quiere que su mundo no sea invadido o malogrado por los otros, no quiere compartir su burbuja, para él el Perú es un 9% de PBI, es una inflación pequeña, es inversiones por más de 8 mil millones de dólares y también según él está disminuyendo la pobreza. Pero obviamente para Julio Favre el Perú no es Tacna, no es Arequipa, no es Puno, no es Iquitos, no es Moquegua, está tan fascinado por sus cifras inertes que no se puede distraer en miles de personas que reclaman vivas. No!, no puede permitir que destruyan su planeta, no puede ser que sus cifras no le digan nada a estos ciudadanos reclamones, no intenta comprender nada más que sus hermosos numeros construidos sobre desigualdades y explotaciones. Julio Favre es un racista que piensa que le van a malograr la foto si salen esos "otros", tiene un imaginario sobre los peruanos y los piensa en un estereotipo negativo y despectivo.
Así, me doy cuenta que probable que el marciano sea Favre pues vive en otro mundo que está a millones de años luz del nuestro. Pero que bueno fuese que Favre fuese marciano lo peor es que en realidad Favre es Racista.
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