miércoles, 30 de septiembre de 2009

TARATA DE FABRIZIO AGUILAR




"Tarata" la segunda película de Fabrizio Aguilar ha generado opiniones encontradas acerca de su calidad como filme. Se le critica por diversos asuntos de orden técnico y estético. Sin embargo, para mi , la intención de transmitir y recrear como era y como se vivía el temor y la tensión constante en las familias de clase media limeñas de esos años es lograda.

El atentado de Tarata fue en 1992 y para quienes por esos años estábamos todavía en el colegio, el recuerdo constante de lo que se vivía en las aulas, las repetidas recomendaciones de profesores y de los medios de comunicación acerca de como mantenerse a salvo en caso de un atentado terrorista, era "pan de cada día". La película me trasladó inmediatamente a mi salón de clases y a mis propios temores, como aquel que repite constantemente Elias (Ricardo Ota) hijo de Daniel (Miguel Iza) y Claudia (Gisella Valcarcel), sobre aquellos autos sospechosos en una ciudad llena de autos y su preocupación por colocar cinta adhesiva a las ventanas. La actuación de la hija adolescente Sofi (Silvana Cañote) que casi no dice palabras y sin embargo transmite el hartazgo por una familia que no la comprende y que está más ocupada en sobrevivir al día a día en medio de una sociedad amenazada.

Aguilar ha incluido en la película diversas situaciones que se vivían en esos años como son las detenciones arbitrarias, los encarcelados inocentes, las desapariciones forzadas, el mundo universitario tomado por sendero, los toques de queda, la constante sospecha del otro (¿Acaso esa persona que vive conmigo no será terrorista?), los operativos, etc. Esta inclusión pudiera parecer exagerada ya que no da tiempo para tratar cada una de las temáticas con la profundidad que se debiera, sin embargo, el intento por reflejar las cosas que se vivieron y que a la luz de los años ahora nos parecen absurdas es positivo. Y es que es cierto todo lo que se vivió en aquellos días era de alguna manera absurdo si lo comparamos con el mundo de hoy, sin embargo, esa fue la realidad que nos toco vivir y así es como la ha retratado Aguilar.

En cuanto a las actuaciones, Gisela hizo una muy buena actuación en su rol como la persona que pone su cuota de tensión en el ambiente familiar recargado y triste. Miguel Iza también lo hace bien interpretando a un contador obsesionado por las pintas de sendero y que trata de descifrar los mensajes ocultos, aquellos que sólo pueden explicar el actuar, aquello que parece inexplicable para todos ¿Por qué lo hacen?. Iza también trabaja bien el temor a confesar ser testigo directo de un hecho terrible, de la misma manera que muchos testigos hasta hoy se niegan a hablar sobre lo vivido en aquellos días. En este punto los gestos y expresiones en el rostro de la empleada del hogar (Liliana Trujillo) son de los mejores, a mi gusto, por su expresividad.

"Tarata" por ello es para mi una película que vale la pena verse hasta dos veces, porque si bien los personajes se mantienen en sus propios caminos, se muestra claramente la forma en que el temor, la desconfianza y la tensión ingresan a la vida diaria de una familia, a su presente y sus proyectos para trastocarlos y generar una sociedad difusa, fracturada en profundos desencuentros, una sociedad que no funciona y que permite la injusticia y la muerte. Finalmente, pienso que esta película nos traslada hasta el presente en donde todavía vivimos rezagos y padecemos de las cicatrices como el temor y la desconfianza, el eterno presente del dolor por el familiar perdido, la angustia del condenado injustamente y sobretodo nuestra falta de encontrar un camino para convertirnos en una sociedad funcional e inclusiva.


Video de Cinespacio sobre la conferencia de prensa.




http://www.cinencuentro.com/2009/09/21/tarata-1er-fin-de-semana-46-mil-personas/

http://peru21.pe/noticia/346356/tarata-guerra-interna-reflexion-juego

http://peru21.pe/impresa/noticia/schell/2009-09-21/256787

http://tanquedecasma.blogspot.com/2009/09/la-vida-entre-apagones.html

http://www.desdeeltercerpiso.com/2009/09/tarata-una-pelicula-fallida/

http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20090927/40/pagina/3711

http://www.cinencuentro.com/2009/09/27/tarata-y-la-sobrecritica/

http://www.peru.com/espectaculos/PORTADA20090814/49911/Gisela-Valcarcel-recibe-criticas-positivas-en-Youtube-por-su-actuacion-en-trailer-de-Tarata

http://blogs.elcomercio.com.pe/milojos/2009/09/tarata-y-el-cine-peruano.html

http://sieteesquinas.com/?p=6549

http://elbofe.blogspot.com/2009/09/critica-de-tarata.html

http://www.cinespacio.pe/recomendada/critica-tarata/

http://www.cinespacio.pe/recomendada/critica-el-show-de-tarata/comment-page-1/

Aldo Mariategui contra Wilfredo Ardito

Ciudadanos:




Tuve la oportunidad de conocer personalmente hace unos días atrás a Wilfredo Ardito. Siempre he seguido hasta donde he podido sus iniciativas y su lucha constante contra la discriminación y el racismo de nuestra sociedad, aunque recien lo pude conocer me he adherido plenamente a muchas de las campañas en las que él era uno de los principales impulsores. No dudo de su calidad de persona ya que amigos cercanos son amigos cercanos de él y nunca he tenido una referencia negativa de su persona más bien los comentarios siempre han sido para destacar su labor como defensor de derechos humanos.


El día de hoy en el diario Correo Aldo Mariategui ha escrito una columna atacando a Wilfredo Ardito. Conociendo el estilo personal de Aldo Mariategui sabemos cuales son sus principales demonios. Y por ello pienso que como siempre exagera las cosas y tergiversa los datos tratando de atacar a aquellos que el cree que son sus principales enemigos, en realidad, casi nadie de los que Aldo ha atacado le han respondido de la misma forma, salvo alguna vez un ojo morado.


Por lo conocido de Aldo Mariategui me parece justa la aclaración que sobre el caso de Pedro Condori ha escrito Wilfredo Ardito como para poner las cosas en claro. Paso a reproducir el mismo para su lectura correspondiente.


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Estimados amigos,

Como ustedes ya saben, el 9 de setiembre Pedro Condori fue detenido, acusado de autoría mediata por el homicidio culposo del policía Giuliano Villarreal, fallecido por la caída de una piedra el 24 de noviembre del 2008.

Yo he conocido a Condori desde hace varios meses y abrigo la convicción que es inocente. Tanto él como los demás trabajadores sostienen que se encontraba en Lima cuando los hechos se produjeron y según el Derecho Penal en un homicidio culposo no puede haber ni autoría mediata ni instigación, porque no había dolo.

El lunes pasado una productora del Canal 2 me llamó para consultarme sobre el caso de Pedro Condori. Ella me había llamado varias veces para preguntarme sobre temas de discriminación como el caso de Edwin Béjar. Sin embargo, en este caso, era una periodista que yo no conocía y que se mostró agresiva y prepotente. Hizo una sucesión de preguntas y afirmaciones absurdas del estilo de: “¿Qué pruebas tiene que Pedro Condori es inocente?” “¿Por qué dice que no había intención de matar a los policías?” "¡Por favor, si es el dirigente del sindicato, ¿no es responsable de todo lo que hagan los obreros!” "¿A usted no le importa la viuda?" “¿Qué debe hacer una persona frente a una roca que cae del cerro?” Frente a esa pregunta, señalé que lo que cabía hacer era correr para salvar su vida. Precisé también que poner en peligro a personas era un delito y que arrojar piedras también. Indiqué que una protesta social por más justos motivos que tuviera, no justificaba el hecho que se agrediera a personas inocentes. Nada de esto apareció en la entrevista que ese día fue difundida y tampoco apareció cuando la viuda del policía fue invitada por Mónica Delta y Aldo Mariátegui ayer en su programa de televisión.

Como hoy Mariátegui me dedica su columna, su primera plana y las páginas centrales de su periódico, queda hacer esta aclaración. Me han llamado de Ideele Radio para preguntarme a qué puede deberse tanta inquina, que realmente parece desproporcionada. Es posible que Mariátegui me ubique más por el hecho que estudiamos en la misma Facultad. Sin embargo, yo creo que él tiene la intención de neutralizar a todo posible "formador de opinión" que no respalde determinados intereses económicos. Le tocó a Hilaria Supa, le tocó a Ernesto De La Jara y a muchos más.

En este caso, sin embargo, parece haber una extraña coincidencia: Salomón Lerner sufre amenazas y agresiones, Gisella Ortiz es difamada por La Razón, dos días después es mi turno, añadiéndose también una referencia al IDL. Pareciera una estrategia dirigida intencionalmente hacia todo el que tiene una voz favorable a los derechos humanos. Es posible que se busque desviar la atención frente al contexto del nuevo juicio a Fujimori, el proceso de Putis u otros temas.

Anoche, estuve en Huacho, precisamente para hablar sobre periodismo y valores y los participantes sentían mucho escepticismo frente a los medios de comunicación, tanto locales como nacionales. Les comenté que, afortunadamente, gracias a la Internet, uno puede actualmente ir más allá de los medios tradicionales y colocar determinados temas en agenda. Sin embargo, la preocupación se mantenía respecto a cómo algunos medios de prensa eran utilizados para propósitos indebidos.

Pueden ver acá mi posición sobre los delitos que pueden cometerse durante protestas sociales en la RP 168, enviada en el año 2007. Precisamente, fue escrito después de varias de las muertes de Casapalca.

“En un país con las terribles injusticias como el Perú, las movilizaciones populares son justas y necesarias. Sin embargo, a veces ellas implican atentar contra los derechos fundamentales de las personas.

Casos especialmente tristes han sido los de Percy López, quien falleció porque la ambulancia que lo transportaba desde Cerro de Pasco no pudo llegar a Lima, debido al bloqueo de la Carretera Central por los trabajadores de Casapalca (RP 153) y del niño Fermín García, que murió de frío, mientras intentaba cruzar a pie con algunos familiares.

Ese mismo día de junio, la violencia policial ocasionó la muerte de dos obreros y días después falleció también el policía Carlos Mariluz, víctima de una pedrada arrojada por uno de los trabajadores. Dudamos que alguna de estas muertes haya sido realmente intencional, pero todas fueron igualmente condenables.

Desde Arequipa hasta Satipo, han sido frecuentes también los ataques violentos a los establecimientos que no acatan una paralización. Municipalidades, comisarías y patrulleros han sido también destruidos en medio de diversas protestas. Nos preguntamos si puede ser legítima una movilización aparentemente contundente, pero que se basa en la amenaza o el temor. Mucho más grave aún ha sido la práctica de tomar rehenes a funcionarios municipales o policías.

Ahora bien, aquellas manifestaciones sociales que no buscan defender derechos, sino salvaguardar intereses políticos o económicos son las que tienen las formas de protesta más insensibles frente a los demás. Recordemos por ejemplo a los ganaderos enfrentados a la empresa Gloria, que derramaron en las calles de Trujillo centenares de litros de leche, que hubiera servido de alimento a muchos niños pobres.

En varias localidades, la simple pretensión de ordenar el tránsito o la presencia de funcionarios “que no son del lugar” ha generado actos de violencia indiscriminada. Con relativa frecuencia, ha sido lamentable el rol de algunas emisoras radiales, azuzando a la población.

Naturalmente, la indiferencia del Estado, aún frente a las protestas más legítimas, como la contaminación ambiental o la explotación laboral, incrementa la sensación de que son necesarias medidas extremas. El mismo gobierno envía el mensaje que bloquear una carretera o tomar un local público, es más eficaz que todos los recursos legales para lograr solución a una demanda justa.

Sin embargo, quienes organizan movilizaciones sociales son también responsables por los derechos que pueden afectar. Inclusive les corresponde prevenir posibles infiltraciones de individuos marginales o delincuentes comunes. Quienes bloquean carreteras deberían además considerar que aún en las guerras se debe evitar causar daños a enfermos, niños o ancianos, especialmente, tomando en cuenta que ni Defensa Civil ni los bomberos se hacen presentes para auxiliar a las personas vulnerables.

Ni las más legítimas demandas sociales, ni la incapacidad del actual régimen para responder a ellas, pueden justificar poner en riesgo la vida, la integridad física o los demás derechos fundamentales.”

domingo, 13 de septiembre de 2009

Los Planteamientos del ILD son un retroceso

Este artículo fue publicado hoy en La República y responde a los planteamientos sobre la amazonia realizados por el ILD.

http://www.larepublica.pe/archive/all/domingo/20090913/8/node/217772/total/1558/pagsec

“Los planteamientos del ILD son un retroceso”

Con un doctorado en Economía por la Universidad Sorbonne Nouvelle (París) e importantes investigaciones sobre la relación entre minería y comunidades, José de Echave, directivo de la ONG CooperAcción, es una voz autorizada en el debate suscitado por el ILD (Instituto Libertad y Democracia) en relación con cuanto ocurre en la Amazonía.

Por: Federico de Cárdenas

Has publicado un texto muy coherente y fundamentado objetando las tesis de Hernando de Soto sobre el desarrollo amazónico. Creo que lo primero que podría decirse es que hay aquí un conflicto de realidades. ¿Es así?

–Sí, ese es un primer aspecto. Un conflicto de realidades que además está acompañado de una inadecuada lectura de lo que ha venido ocurriendo en el país en los últimos años. El primer aprendizaje que nos han dejado los conflictos vinculados a la relación entre comunidades nativas e industrias extractivas es precisamente que el núcleo del asunto no es económico. Esto lo han entendido ya las empresas, que por mucho tiempo pensaron que resolvían el problema adquiriendo las tierras a las comunidades, y eso no impidió que el conflicto renazca, en algunos casos casi de inmediato, en otros luego de algún tiempo. Esto muestra con claridad que la mirada que tiene el ILD implica un serio retroceso respecto de lo que ya varios de los actores venían entendiendo sobre los conflictos.

–Se tiene la impresión de que para el ILD la propiedad tuviera un efecto talismánico, que una vez que tienes el título ya está todo resuelto.

–En varios momentos del video De Soto lo afirma, diciendo que solo el poder económico producto de la propiedad privada va a cambiar de modo sustantivo las cosas. Esa es la segunda idea fuerza de su intervención: la propiedad como elemento clave. Y no se queda en la propiedad para las comunidades, sino que da el paso siguiente: la propiedad tiene que parcelarse e individualizarse. Y plantea varios ejemplos, de los cuales he podido identificar el caso de la comunidad marankieri, una de las primeras en la Amazonía en recibir títulos de propiedad y cuyo plano –que De Soto muestra– no refleja para nada lo que pasa en la mayoría de comunidades amazónicas. Esta comunidad se ha “conourbanizado” con la localidad más cercana, lo que descubre una particularidad poco transferible. El otro gran elemento que hay que tomar en cuenta está dado por las experiencias que han habido en el país sobre parcelación de tierras, que demuestran que el problema es mucho más complejo. Si se observa lo que ha pasado en la costa, la parcelación ha dado lugar a un proceso de concentración de tierras mucho mayor incluso que el que existía previamente a la reforma agraria. Esta lógica que afirma que la propiedad privada es el camino al éxito económico no se condice con la realidad.

Choque de realidades

–Además ocurre que aquí hay un choque de realidades asimétricas...

–Es el otro factor. Si uno se limita a la propiedad privada sin tomar en cuenta el tema de las asimetrías se comete un error garrafal. Para muestra, los numerosos conflictos mineros de los últimos años en los que las comunidades estaban perfectamente tituladas y sin embargo la situación de asimetría que existe entre una gran empresa minera o una gran empresa de hidrocarburos que entra en relación con estos actores produce una tensión que no es sostenible en el tiempo.

–Es el viejo dicho que afirma: “el pez grande se come al chico”.

–Si uno ve lo que ha pasado en zonas de costa, zonas altoandinas y comienza a pasar en zonas amazónicas con las concesiones de hidrocarburos, sin duda el esquema es ese. Entonces, obviar que las relaciones son asimétricas y que el Estado no cumple un rol de facilitación para romper esas asimetrías es no entender la problemática o –si se la entiende– favorecer al actor que tiene mayor capacidad de recursos, articulación y poder económico.

–Estamos ante una propuesta con un fuerte contenido ideológico.

–Sin duda, y aquí viene otro elemento que me parece clave, el tercero en la propuesta del ILD. Es decir que: 1) afirma que el problema no es étnico sino económico. Lo es, claro, pero también es un problema social, cultural, ambiental, etc. En suma, es un problema de derechos; 2) se centra en el tema de la propiedad, que tampoco puede dejarse de lado; 3) introduce la desregulación. En este último, son los privados los que negocian y pactan, pero sin la presencia del Estado, que ni regula ni fiscaliza.

–Otro viejo razonamiento: cuanto menos Estado, mejor.

–Así es. Cuanto menos capacidad de regulación pública, mejor. Pero entonces uno se plantea qué pasa con el bien común, qué pasa con el interés nacional y con agendas que hoy en día son claves, como la ambiental. ¿Es que estos grandes temas van a resolverse con la propuesta del ILD? Peor aún en una situación en la que, si algunas lecciones nos ha dado la crisis internacional, es que la ausencia de regulación pública es fatal.

Más Bagua

–Si seguimos el camino de De Soto tendríamos por delante otros Bagua…

–Con seguridad. Bagua demuestra que los conflictos relacionados con industrias extractivas y la desregulación no solo han aumentado en número e intensidad sino que giran en torno a la agenda específica de cada comunidad, que comienza a cuestionar aspectos de la legislación que considera negativos, como los Decretos Legislativos. No entender que el marco favorable dado a las inversiones –que no está mal– al mismo tiempo ha ido recortando derechos sociales, culturales y ambientales, y quedarse únicamente con lo económico es muy peligroso.

–Se afirma que la manera de evitar más conflictos es por medio del diálogo, pero ¿no hay dos lógicas inconciliables –o muy poco conciliables– que se enfrentan allí?

–En la práctica sí. Creo que es urgente hacer un balance de los conflictos ocurridos en los últimos 10 años para ver hasta qué punto estas dos lógicas inconciliables pueden apostar a lograr algún tipo de consenso. Por ahora esa agenda está pendiente. Y hay una gran duda respecto de si el aporte del ILD ayuda o no a resolverla. Mi impresión es que no y que sus planteamientos son un retroceso. Además, cuando se ve el documental del IDL hay varios momentos en que De Soto la emprende contra los dirigentes amazónicos y los invita a debatir, pero con la paradoja que mientras él hace un enorme despliegue mediático sus contradictores están perseguidos, desterrados o con orden de captura o comparecencia. ¿Con quién quiere debatir?

Por último, cuando en la parte final De Soto hace alusión a la campiña arequipeña, le pediría que la visite y vea lo que ha ocurrido con ella: lotizada, urbanizada y a punto de desaparecer. Creo que no le vendría mal actualizar su información.

–¿El documental del ILD no sería una prolongación de las tesis presidenciales de El Perro del Hortelano?

–Sí, y con más audacia, porque intenta presentar un remedio supuestamente milagroso para una situación que es sumamente compleja y que le plantea al país un reto enorme. Claro, uno de los méritos del ILD es insistir en que estos temas se discutan, y hay que reconocerlo. Pero no hay que olvidar que fueron las comunidades andinas y amazónicas las primeras en insistir sobre ellos. A fin de cuentas el ILD y el doctor García apuntan a lo mismo: no reconocen las bases objetivas del conflicto, hablan de agendas ocultas o subalternas y creen que la panacea es la propiedad individual y la parcelación. Son visiones parciales que expresan cuánto nos falta de aprendizaje como país para llegar a entendernos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El misterio del capital de los indigenas amazonicos según el ILD

TOMADO DE "EL COMERCIO" DEL 09/09/09

ENTREVISTA. HERNANDO DE SOTO

"El problema esencial en la selva es la definición del territorio"

El destacado economista habla sobre la debilidad de la propiedad en las tierras de las comunidades indígenas de la Amazonía

Por: Nelly Luna Amancio

¿A qué conclusiones han llegado sobre la propiedad en las comunidades de la selva?


La primera es que el reclamo de las comunidades sobre la falta de protección de sus territorios es correcto. El Estado reconoce 1.400 comunidades tituladas en la selva, pero nosotros hemos calculado que en total habría unas 3.000, en su mayoría no reconocidas. De esas 1.400, las que tienen sus linderos correctamente demarcados no serían más del 30%. De otro lado, si bien el título de propiedad que se les entrega es comunal, al interior de la comunidad ellos mismos han otorgado títulos privados. Tienen mapas que establecen qué persona es dueña de qué parte del territorio. Hay lugares en común, como ocurre con los parques o la playa en las ciudades, pero son la minoría. Tienen un comportamiento similar al nuestro, entonces, por qué hacer la diferencia sobre la propiedad.

Pero el territorio colectivo es la esencia de la comunidad en la selva, con un título individual se estaría quebrando esta noción.


Yo no soy antropólogo, le diré lo que he visto. Una comunidad puede tener su título colectivo, pero al interior, ellos mismos han parcelado todo.

La visión que ellos tienen del territorio es distinta, es mucho más arraigada a la tierra.


La forma en la que ellos usan el territorio es igual a la del resto del Perú. Sin embargo, por lo que dicen algunos antropólogos, congresistas y líderes indígenas, como Alberto Pizango, el Estado ha terminado dándoles títulos que no son fuertes. El resultado es que cuando alguien de Lima va con su título para explotar madera, minas o petróleo, pasa por encima de las tierras de la comunidad. Ese título pesa más porque está correctamente definido. No estamos en contra de su cosmovisión, pero creemos que el tipo de título que tienen los hace vulnerables.

¿Pero podría emitirse un título comunal perfectamente demarcado y eso lo haría más fuerte?


Yo no estoy diciendo que el título comunal es malo, estoy diciendo que el comunal indefinido que les han dado es malo. El título que se otorga a los inversionistas (madereros, mineros o petroleros) está certificado internacionalmente y escapa del ámbito local, está protegido por el derecho internacional, y eso lo hace superior.

Ni siquiera las concesiones forestales, mineras o petroleras están claramente definidas…


Lo que quiero decir es que los que tienen el título de propiedad más definido son los que terminan ganando. La propiedad en el Perú siempre ha sido un problema, pero en la selva es peor y en esa batalla las comunidades tienen todas las de perder.

Entonces, podría haber un título colectivo claramente demarcado…


Olvídese de lo comunal y lo privado. Al momento de que se vuelva a titular a estas comunidades (y se tiene que hacer porque todo está mal titulado), ellos van a ser los primeros en decidir cómo quieren hacerlo. Aunque no es correcto decir que existe la propiedad comunal porque, como ya he dicho, ellos ya han parcelado todo.

¿Cómo entiende los sucesos de Bagua?


Detrás de lo Bagua hay una enorme insatisfacción, porque el derecho peruano no le sirve de nada al indígena de la selva.

Usted habla del control de territorio. Son constantes los conflictos entre colonos, madereros, mineros e indígenas.


El problema esencial en la selva es la definición del territorio. Para nosotros el pedazo de tierra es muy poco importante, pero para ellos es crucial.

Pero estos problemas fueron originados por el Estado Peruano, que empezó a concesionar lotes petroleros y forestales sin tener en cuenta los títulos de propiedad de las comunidades.


Para mí la propiedad es el control de las cosas. En la selva el problema aparece cuando se hacen evidentes las distintas definiciones que existe de la propiedad. Pero nada de esto va a cambiar hasta que el título de un indígena se parezca al de una transnacional.

¿Y cómo se logra eso?


Dándoles el mismo trato que al resto, pero la Constitución Política del Perú señala un trato distinto para los indígenas.

El Convenio 169 de la OIT también nos compromete a consultar sobre el destino de los territorios de estas comunidades.


Por un lado, están el Convenio 169 y el de la ONU sobre los derechos de los indígenas, y, por otro, los que se refieren a las transnacionales y compañías privadas, que son unas 800 normas, entre tratados bilaterales, TLC, etc. Entonces, si usted me menciona el Convenio 169, yo le diré que es muy parecido al título comunal, es puramente declarativo, no tiene dientes. Entonces, tenemos un cuerpo de derecho que está muy bien estructurado, quien se acoge a él puede hacer fortuna, y frente a este tenemos un convenio de la organización internacional más débil del mundo.

¿Y según el modelo que proponen de titulación individual, a nombre de quién se titularían las áreas del bosque que los indígenas usan para la caza, la pesca o la recolección?


Esos son asuntos por los que este tema no tiene una solución inmediata, tiene solución con el tiempo. Se tiene que trabajar con ellos, y tiene que hacerse de abajo hacia arriba. Nosotros recomendaríamos al Estado hablar comuna por comuna.

Pero eso es lo que menos se hace…


No se hace, pues.

Le insisto, ¿cómo quedarían los bosques que las comunidades comparten?


Para ese momento se produce la negociación más profunda, porque van a tener que conciliarse intereses. Lo que se tratará de ver es el mejor modelo, si cada comunidad es la que debe administrar esa zona o se debe crear una administración nacional que lo haga.

La alimentación de muchos indígenas depende directamente de esos bosques.


Los asesores de Aidesep nos han dicho que los cazadores y recolectores no serían más de ocho mil o 10 mil personas. Todos los otros, de una u otra manera, se han plegado a las ciudades. ¿Qué parte del Perú se les da? ¿Cómo compatibilizamos la vida de las comunidades con la extracción de recursos? Ese es el problema más grande de la historia.

Cualquiera sea el modelo, el hecho es que la debilidad del Estado en las comunidades de la Amazonía es increíble.


La pregunta es: ¿Tenemos un Estado que esté listo para lidiar con el problema de la soberanía de sus ciudadanos? La respuesta es no. Mientras en las zonas urbanas la ley ha ido llegando poco a poco, en esta parte del país estamos descubriendo que nunca ha llegado. Todo lo que anima esta territorialidad es el temor.

¿Ha conversado sobre este tema con alguna autoridad política?


Una sola persona, el presidente García, hace poco. Le dije que a mí me interesaba trabajar en el Perú y traer una fotografía de lo que está ocurriendo en la selva. Pero yo no estoy trabajando para el presidente, son fondos privados de gente que cree en nosotros.

¿Y si las comunidades aceptan la propuesta, pero quieren mantener los títulos colectivos?


Primero, cualquier propuesta debe comenzar desde la base. Y si comenzamos desde la base, yo dudo que alguien vaya a decir lo uno o lo otro. Solo luego de la consulta y el diálogo saldrá la propuesta final.





El Misteriodel Capital de los Indigenas Amazonicos from ILD on Vimeo.



ElMisterio del Capital de los Indigenas Amazonicos - 2 from ILD on Vimeo.



El Misterio del Capital de los Indigenas Amazonicos - 3 from ILD on Vimeo.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Premio al artículo más Racista

Entrevista realizada por el programa "Enemigos Intimos" de Frecuencia Latina al peruano Andrés Bedoya Ugarteche ganador del premio al artículo más racista otorgado por la organización británica Survival. Este señor es columnista del Diario Correo y lejos de rectificarse asegura que él no es racista. Además ha dicho que espera que "Esa condecoración me la otorguen con medalla, diploma y en una ceremonia especial".

Aquí va la entrevista realizada.