viernes, 24 de diciembre de 2010

Resumen de Año y Mensaje de Navidad 2010


En Nuestra Cultura,

Algo anda mal,

El que es más pendejo,

Ese va a triunfar,

Porque eso es muy normal.

Nos quieren gobernar!, Nos quieren gobernar!

Y aquí lo que nos falta,

Es ética y moral.

“Nos quieren Gobernar” – La Sarita.

Les escribo para saludarlos por navidad y año nuevo, como siempre antes del saludo de navidad hago un breve resumen del año.

Este último año se han puesto nuevamente sobre la mesa los recurrentes conflictos sociales como en Cusco exigiendo que la venta de combustible más barato en la zona de explotación, además de oponerse a la exportación del gas natural de Camisea. Por otro lado el conflicto minero de Tía María es un conflicto por el uso del agua, aun cuando la empresa ya decidió la utilización del agua del mar el problema persiste. Otro conflicto por agua en este año fue el que se ha generado alrededor del proyecto Majes Siguas que ha enfrentado a regiones de cusco y arequipa. Estos conflictos nos plantean retos importantes para ir consolidando la gobernabilidad nacional.

Los famosos casos de corrupción también han estado presentes este año, quizás la frase que mejor retrata esta conciencia de muchos dirigentes de la patria, es la que pronunció el presidente Alan García quien en una reunión con Jaime Bayly le habría expresado la frase “La plata llega sola”, para referirse al dinero de una campaña política. Otro caso emblemático fue del ex ministro Barrios que recibió de Essalud una indemnización por haber sido despedido “arbitrariamente”, la suma recibida ascendería a más de 180 mil nuevos soles. Alan García nuevamente para referirse a este acto lo calificó como “Viveza Criolla” nos preguntamos ¿Viveza Criolla ó Corrupción? Es Corrupción!

Las elecciones municipales y regionales a nivel nacional nos mostraron que el Perú se encuentra aún más fragmentado y que los partidos políticos han perdido aún más su capacidad de articulación nacional. También nos mostraron una posible reconstitución de una izquierda agrupada en un partido o alianza liderada por Fuerza Social. Esta posibilidad generó la reacción del extremo derecho nacional, racista, intolerante, autoritario y conservador llevando adelante una campaña demoledora contra la que fue finalmente elegida alcaldesa de Lima. Para las elecciones presidenciales y congresales dicha alianza ha sido disuelta, lo cual genera una nueva interrogante sobre la posibilidad de volver a construir un gran frente nacional de izquierda.

Con respecto a la navidad diré que es un tiempo de esperanza en el nacimiento de un niño que convertido en adulto anunció y proclamó con su vida el Reino de Dios. Un niño que convertido en hombre vivió haciendo realidad concreta el Reino de Dios luchando por restablecer la justicia y la paz, criticó a los injustos, vivió por los débiles, murió en mano de los poderosos y resucitó a la gloria de Dios. Es esa esperanza en el ser humano que nos mostró Jesús con su vida con esa dinámica de entregar la vida a cada momento por el prójimo y por el Reino de Dios lo que nos produce la alegría de tener al salvador entre nosotros.

Guardo esperanza navideña por el futuro de nuestro país a pesar de las cosas que ocurren, pues en momentos como estos al final de año, recuerdo a muchos de ustedes amigos míos haciendo carne el mensaje de esperanza de la navidad, de esa esperanza en el ser humano.

Los recuerdo trabajando de amanecida en un albergue de Huaycán esperando como todas las noches dar cobijo a niños y mujeres que sufren violencia familiar, recuerdo a quienes dejándolo todo en la ciudad son ahora misioneros en la selva y en la sierra, en lugares donde casi no hay comunicación con el resto del país viviendo día a día con quienes más necesitan, recuerdo a aquellos que trabajan todos los días por mejorar la educación desde el Estado, por quienes trabajan en aulas de colegios a diario dando lo mejor a sus alumnos, recuerdo a quienes se han decidido a mejorar la educación de los adultos que no tuvieron la oportunidad cuando jóvenes, recuerdo a quienes luchan todos los días contra el racismo desde alguna ong u organización, recuerdo a quienes van llevando música y apoyo todo el año en los barrios más pobres y peligrosos de nuestra ciudad, a esos cerros a los que muchos no nos atrevemos a entrar, recuerdo a quienes trabajan a diario por lograr un país más equitativo y justo en el género en medio del machismo, recuerdo a quienes por estas fechas organizan eventos para llevar alegría a muchos niños en distintos puntos de Lima y el país, recuerdo a quienes trabajan haciendo que la justicia sea mejor desde el poder judicial y el ministerio público, dando ejemplos de honestidad y profesionalismo, recuerdo a quienes diseñan y utilizan sus conocimientos tecnológicos para mejorar la calidad de vida de las poblaciones altoandinas, haciendo de sus hogares más calientes, de sus cocinas menos contaminantes y a sus tierras más productivas, recuerdo a los profesionales de la salud que hacen turnos para atender emergencias a cualquier hora del día y a otros tantos amigos que ahora no alcanzo a recordar.

Los traigo a la memoria en estos momentos porque es gracias a ustedes que veo que la esperanza de navidad está viva y su promesa se cumple, pues dan esperanza en que los seres humanos somos potenciales y capaces de vivir al servicio y con entrega. Sus vidas son esperanza para muchos que los necesitan, nos han enseñado que la navidad se vive cada día, no sólo en familia (nuestra familia cercana) como a veces se reduce, sino que han hecho su familia a aquellos que los necesitan.

Espero que el año que viene sean más quienes den testimonio de Jesús con sus vidas y muchos más se animen a servir a este país y al prójimo desde cada cosa que hacen a diario y también desde algún cargo público para romper el círculo vicioso de quienes entran a ejercer un cargo o poder para servirse de ello. Nos quieren gobernar y aquí lo que nos falta es ética y moral. Necesitamos que el ejercicio del poder y de los cargos públicos sea de servicio para todos, en especial para los más necesitados como lo fue la vida de Jesús.

Feliz Navidad y hagamos en el 2011 un mejor país para todos.

Ricardo

jueves, 7 de octubre de 2010

¿Izquierda?

Preguntémonos si Fuerza Social (FS) es un partido de izquierda. Si eso fuera así esperaríamos encontrar dentro de sus propuestas programáticas concepciones de izquierda radical, como indicaron en la campaña sus rivales, diciendo que la victoria de FS sería un paso atrás en lo avanzado.

Esperaríamos encontrar en sus miembros a radicales de izquierda. Contrariamente el equipo de FS es un equipo preparado (al menos en la primera línea que se muestra como el entorno más duro). Es una mezcla de izquierdistas de antaño que han mantenido vigencia relativa por sus actividades en la sociedad civil (ONGs ó caviares según Alditus) y que son reconocidos académicamente como profesores principales de universidades como la Católica, aquí por lo tanto no hay radicales de izquierda. En esta misma agrupación de primera línea se mezclan también profesionales “jóvenes” que han estudiado en el extranjero y con experiencia en el sector público como Miguel Prialé, Gustavo Guerra-Garcia y Eduardo Zegarra que, más que políticos, tiene un perfil de tecnócratas cuyas tendencias son liberales.

Susana, por su parte, después su vínculo con el Partido Comunista Revolucionario (hace muchos años), ha sido más bien una militante defensora de los derechos humanos, la niñez, la policía, y también católica. En particular esto último opuesto totalmente al ateísmo propugnado por comunistas clásicos e incluso socialistas, para quienes Susana sería una revisionista que ha traicionado la causa del proletariado y los campesinos.

FS en su plan de gobierno (como lo ha venido exponiendo en seis buenos artículos nuestro conciudadano Marco Lozano) ni por asomo habla de estar en contra de la empresa privada, de estar a favor del rol protagónico del Estado, mucho menos se leen llamadas a la lucha contra el capitalismo ni sugerencias lejanas a la lucha de clases, aún cuando muchos hubieran querido que así ocurra.

Si bien el pacto con Patria Roja podría haber llevado al camino de la senderización a FS (como temieron algunos y quisieron otros), la verdad es que Patria Roja debe ser consciente de que su participación en esta alianza más que sumar ha restado y, como tal, su presencia e influencia política será muy pequeña en el eventual gobierno edil de FS. Todo apunta a que FS (de salir electo) hará una gestión más bien de continuidad en lo técnico y que habrá poco margen para un cambio de rumbo de 180 grados como muchos izquierdistas quieren y derechistas temen.

Visto así, FS no es un partido de la izquierda tradicional en sus planteamientos y en sus miembros, de hecho en el debate Susana no ha tenido ningún problema en expresarle a Lourdes que concuerdan en varios puntos y que, además, no dejará de lado lo avanzado por Castañeda ¿Es posible imaginar a un militante de izquierda decir ello?

Finalmente, es obvio que FS es más bien liberal y tecnócrata, con algunos matices sociales menores, ante ello fue una estrategia muy inteligente trazar la línea y colocarse a la izquierda de Lourdes y autodenominarse de izquierda ocupando de esta forma el terreno del centro político. Lourdes, por su lado, trató de convencer infructuosamente al electorado que ella encarnaba las aspiraciones de las poblaciones emergentes, diciendo que era de clase media, pero no pudo copar ese espacio, manteniendo detrás al conocido y recalcitrante extremo derecho, liberal y conservador de nuestra política.

Los factores “audios”, Bayly y guerra sucia en nuestra opinión son ajenos a la política, más bien pertenecen al arsenal de destrucción masiva de cualquier batalla electoral antidemocrática, pues no definen políticas de gobierno, ni tampoco ideologías. Definen sí (lamentablemente) las percepciones, y con ello los ansiados votos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La tiendita de Don Gómez vs los supermercados

El sueldo de maestro de mi padre no alcanzaba y mi madre tenia que “parar la olla” haciendo mil y un cachuelos. Eran fines de los ochentas e inicios de los noventa. Había desaparecido Monterrey y Scala, así como su versión populista, los olvidados “Mercados del Pueblo” del primer Alan. En medio de la crisis económica y la escasez de productos había que buscar algún pariente o persona muy cercana con acceso a productos básicos para pedirle que nos guarde un poco, como favor muy especial.

Don Gómez tenía una tiendita de abarrotes en el camino de la casa al mercado. Tenía muchos años cuando lo conocimos y era siempre reconocido en el barrio por los vecinos. Don Gómez atendía con una sonrisa y tenía el estilo de tendero bonachón, que juega con los niños y reprime a los traviesos, y que es cordial y atento con las personas mayores. El mayor recuerdo que guardo de él, es su sentido de la solidaridad, no sé cómo llamarlo. Don Gómez siempre permitía el pago diferido (llámese fiar) y buscaba vender al mayor numero de personas las provisiones escasas que le llegaban como arroz, azúcar, leche y otros. En otros sitios simplemente no encontrabas.

Don Gómez fiaba sin intereses y sin límite de crédito. Muchos dirán que Don Gómez era tonto porque, como se imaginarán, hubo quienes nunca le pagaron todo lo fiado y en otros casos el pago que recibió fue tan diferido que el dinero ya no valía como antes. Lo principal en Don Gómez era que, antes que una relación cliente-vendedor, tenía una relación de amistad. Con él podías conversar, si eras niño jugar, con él también algunas personas encontraron un oidor atento a sus problemas “reales” ó “inventados”, frente a los cuales siempre cedía cuando el problema era de gravedad o de mucha necesidad, como por ejemplo: “perdí el trabajo, no sé hasta cuándo encuentre otro”, “a mi madre la operaron y me quedé sin nada”, “mi esposo me abandonó, y no tengo que darle a mis hijos”, etc. Don Gómez siempre confió en las personas, fió y guardó víveres para quienes no lo tenían debido a la escasez. Buscaba que todos sus clientes pudieran comprar al menos un kilito de arroz sin sobreprecio, como lo vendían sus competidores.

Creo que sin Don Gómez muchos no hubiéramos podido vivir esos días con dignidad.

Hoy existen tres supermercados: Metro, Plaza Vea y recientemente Tottus, además de tiendas por departamento y aunque algunas de ellas te otorgan una tarjeta de crédito, la misma no es para todos y tiene límite de crédito. A ellas no le puedes contar tus problemas, tampoco son amicales, no jugarán con tus hijos mientras compras y, claro, si estás enfermo o con problemas económicos no le interesará en lo absoluto. Tenemos todo en un ambiente más grande, más bonito, con mayor diversidad de productos, pero algo falta.

Después de algún tiempo pasé por la tiendita y me percaté que Don Gómez ya no estaba detrás del mostrador, sino su hijo. Le pregunté por Don Gómez y me contó que estaba muy enfermo, la enfermedad parece irreversible. Don Gómez es una persona muy mayor, lamentablemente la vida tiene fecha de vencimiento, pero el espíritu de solidaridad que Don Gómez significó para muchas personas durará para siempre y, si me dieran a escoger entre un modelo de desarrollo con supermercados versus la tiendita de Don Gómez, no dudaría en elegir a Don Gómez, porque tener grandes supermercados no es sinónimo de progreso y felicidad sino más bien de ajeno, frío y distante. Gracias por todo Don Gomez.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La energía, lo ambiental y los conflictos sociales


Hace unos días se llevó a cabo una reunión organizada por el Movimiento Ciudadano Contra el Cambio Climático (MOCCIC), Christian Aid, la Asociación Nacional de Centros (ANC), ITDG y Centro de Desarrollo Agropecuario (CEDAP), en la que se discutió la perspectiva de la sociedad civil frente a la revisión de la estrategia de energía del Banco Mundial. Los organismos internacionales como el Banco Mundial financian diversos proyectos en países como el Perú, siempre y cuando dichos proyectos cumplan con determinados lineamientos y orientaciones que el Banco tiene como guía. Los gobiernos como el peruano, que cuentan con poco presupuesto, requieren de ese financiamiento para poder ejecutar proyectos.

El sector energía en años recientes ha ido tomando en consideración a la organización social de poblaciones en las cuales se llevan a cabo actividades de producción, transporte o distribución de energía. Lamentablemente, las actividades de explotación en particular tienen mala imagen puesto que un accidente produce un impacto ambiental elevado en poblaciones cuya vida depende directamente de la naturaleza. Las concesiones otorgadas por el Estado no habían venido tomando en cuenta la opinión de estas poblaciones, por lo que muchas de ellas expresan su rechazo a estas actividades extractivas como la minería o la energía. Las instituciones de la sociedad civil nombradas al inicio mantienen una posición en defensa de comunidades y la sociedad ante la pobreza, los efectos del cambio climático y actividades de empresas y del Estado.

Por otro lado, es claro que sin el desarrollo de proyectos de inversión en energía no podremos abastecer nuestra demanda interna con seguridad en el mediano y largo plazo, así como mantener un precio que haga favorable el desarrollo de industrias competitivas.

Por ello, remarcamos la importancia del desarrollo de proyectos de explotación de energía como exploración de hidrocarburos y la construcción de centrales hidroeléctricas, pues estas redundarán en desarrollo a nivel global del país, sin embargo, conjuntamente con este desarrollo es inevitable producir costos sociales elevados que necesitan ser cuantificados necesariamente, de tal manera de asegurar no sólo el beneficio de las empresas privadas o del Estado sino también el beneficio de aquellas poblaciones cercanas a las actividades de extracción. Estos costos económicos como la afectación de la salud y la vida de las poblaciones casi no han sido cuantificados, por lo que se necesita incluirlos en las evaluaciones de cada proyecto.

Por otro lado, el ejercicio de la democracia y el diálogo con las poblaciones por parte del Estado y la empresa privada recién parecen posibles. Mientras exista mayor diálogo los niveles de consenso permitirán un mejor manejo de los conflictos socioambientales y se ayudará a prevenirlos.

Lamentablemente, no tenemos un plan de desarrollo consensuado entre todos los actores sociales y políticos, el intento del acuerdo nacional parece no caminar. Además, toda planificación requiere de unos lineamientos generales para lograr los objetivos que buscamos como país. Sin el marco general de hacia donde vamos no se pueden plantear políticas sectoriales sin afectar los intereses de otros compatriotas con el consecuente conflicto social que se derivará de ello. Hasta ahora el interés que ha primado ha sido el de las empresas.

Para las próximas elecciones presidenciales la agenda energética, por ejemplo la explotación de Camisea, las hidroeléctricas, y el acceso combustibles de bajo costo, serán no sólo temas a tratar, sino ejes de movilización social y política que, por el bien del país, requieren de dialogo sobre el cómo y hacia dónde queremos que nuestro país camine por la senda del desarrollo y el bienestar sin exclusiones, sino seguiremos incubando más conflictos y divisiones entre los peruanos.


jueves, 5 de agosto de 2010

CAMISEA AL ROJO VIVO

El paro indefinido iniciado el 27 de julio en el distrito de Echarate, provincia de La Convención, en Cusco, se agrava. El Gobierno ha declarado el estado de emergencia en la zona con el fin de contener las protestas. Hay denuncias desde el Ejecutivo indicando que los actores políticos (alcaldes que buscan reelección) son quienes promueven este paro, con dinero estatal.

Como habíamos afirmado, el tema de Camisea es un tema político y también económico. Hace unos días comentamos también la necesidad de establecer una política energética nacional y los intentos del actual ministro por delinear una política energética de largo plazo.

Sin embargo, lo que ocurre ahora pertenece a un ámbito de la política de corto plazo, la política electoral. Las bombas de tiempo político-sociales como Camisea se han construido sobre la base de dos aspectos no atendidos en su momento (por falta de una política de largo plazo).

El primero es la falta de inclusión, desde inicios del proyecto, de todos los actores sociales. Como anotamos en nuestro boletín de Fiestas Patrias, la contradicción de exportar gas natural y dejar sin el recurso a quienes lo necesitan para abrigarse y desarrollarse es un factor importantísimo que no ha sido atendido.

El segundo aspecto es el manejo equivocado del gobierno, que ha preferido mediante su política del perro del hortelano denunciar a todos aquellos que se “oponen” a la inversión privada, de estar contra el progreso y con ello polarizando cada vez más los conflictos.

Lamentablemente, la política de Estado aplicada desde las reformas de los años noventas, no toman en cuenta estos dos aspectos. La política implantada ha buscado la fórmula directa de un Estado que facilita la inversión privada para la explotación de recursos naturales. La experiencia nos indica que este modelo no es suficiente para hacer gobernable un país, pues no toma en cuenta a los actores sociales y poblaciones ni tampoco a los actores políticos con quienes se debió de establecer consensos. Por ello, es natural que un actor político en confrontación y ávido de poder conjugue sus expectativas con las demandas de una población desatendida. Bagua, nos ha demostrado que no atender estos aspectos en su debido momento atenta contra la paz y la vida de los ciudadanos.

El Estado gobierna con predilección para las transnacionales y deja de lado los problemas sociales esperando que con el canon sean los gobiernos locales quienes resuelvan todas las necesidades de sus poblaciones. La verdad es que hay muchos aspectos deben ser atendidos directamente desde el gobierno central como son el acceso a servicios públicos.

La “defensa” de un recurso estratégico frente a su exportación es una causa atendible y razonable, la Sociedad Nacional de Industrias se ha pronunciado al respecto, señalando las contradicciones del proyecto Camisea. Se hace necesario promover el debate sobre el modelo de desarrollo del Perú y enmarcar en él el uso de recursos estratégicos como el gas natural.

La falta de un consenso político sobre el uso de los recursos naturales entre el Estado, los partidos políticos, las empresas y las poblaciones de las zonas de explotación, incuba conflictos sociales como el que se vive en Cusco, poniendo en riesgo la vida de miles de peruanos pero también socavando más nuestra precaria democracia, confrontado al Estado con sus ciudadanos. ¿De lado de quién debería estar el Estado? ¿De quienes explotan el recurso para un beneficio económico ó de quienes son sus industriales y sus ciudadanos? Esperamos que no sea un nuevo “Baguazo” y tengamos que lamentar más muertes de compatriotas habitantes del mismo país, el Perú.

sábado, 24 de julio de 2010

El acceso a los servicios un derecho vital de un ciudadano.

Estas reflexiones de fiestas patrias giran en torno a aquellas cosas materiales y fundamentales que los habitantes de nuestro Perú requieren para poder vivir en libertad, potenciar sus capacidades al máximo y tener acceso efectivo a oportunidades de desarrollo.


Durante estos meses de frío se repiten las noticias sobre el número de personas, en particular niños, que mueren antes de tiempo a causa del friaje. Es irrazonable que las poblaciones más vulnerables al frío,no tengan acceso al calor. Asimismo, sus viviendas precarias no les permiten mantenerse abrigados, menos aún a los animales que crian. Las heladas diezman sus pocos recursos y sus vidas.


De otra parte, en los países del hemisferio norte el acceso a calefacción durante el invierno es un elemento primordial y un derecho en los hogares. Un clima extremo, por debajo del cero grados, les obliga a tener casas diseñadas especialmente para dicho clima y un sistema de calefacción interno.


En nuestro país, el acceso a la electricidad beneficia al 80% de la población nacional, siendo el acceso rural poco menos del 45%; con ello, casi 5 millones de personas no cuentan con energía eléctrica . En la selva, el combustible que usan los famosos “peque peque” es costoso y de vital importancia, pues de ello depende el transporte de personas y productos a través de los ríos.


Como se aprecia, las asimetrías entre lo urbano y rural se repiten. Los esfuerzos llevados a cabo todavía son insuficientes, aunque tengamos un sistema de subsidio cruzado en electricidad por el cual cada consumidor de electricidad urbano subsidia parcialmente el consumo de poblaciones rurales, atendiendo su poca capacidad de pago y consumo.


Es cierto que son importantes los esfuerzos de muchos ciudadanos de realizar campañas de “abrigo” contra el frio. Sin embargo, más importante es exigir del gobierno y también a las universidades, soluciones prácticas para mejorar la calidad de las viviendas, acceso a electricidad para poder leer y calor para abrigo. En esto, los profesionales tenemos la capacidad y responsabilidad de utilizar nuestros conocimientos para retribuir al país y sus ciudadanos lo que hemos recibido.


Así, en esta celebración de nuestra independencia, en que nos afirmamos en la construcción de un país con mínimos comunes e igualdad de oportunidades para todos, no podemos seguir condenando a tantos compatriotas a morir de frío y, por otro lado exportando gas natural a otros países. Esta contradicción es un signo de para quienes se gobierna y se ha venido gobernando, de quiénes tienen la capacidad de disponer del recurso energético para su beneficio económico y de quiénes no lo tienen ni siquiera para poder vivir.


Como partido consideramos que no es posible una verdadera libertad sin que todos tengamos acceso a mínimos básicos que nos permitan decidir el proyecto de vida de cada uno. Por ello, cualquier plan de gobierno que Constructores Perú proponga y apoye deberá prever el acceso universal a los servicios básicos como la electricidad y el calor.


Como meta al 2021 debemos asegurar que todo habitante de nuestro país no muera de frío o por incapacidad de transportarse a un centro de salud cercano. Mientras no solucionemos asuntos tan vitales como el acceso a una vivienda digna para todos, mientras no todos tengamos acceso al calor para poder vivir, mientras no tengamos libertad para transportarnos libremente en el país, no podremos declararnos ciudadanos libres e independientes. Ello depende de la voluntad general de la población, pero, sobre todo, de la voluntad política de nuestros gobernantes.

miércoles, 21 de julio de 2010

PRONUNCIAMIENTO DEL VI ENCUENTRO NACIONAL DE ACTORES POLÍTICOS JÓVENES (ENAPJ)

El fin semana último se llevó a cabo en la ciudad de Ayacucho el VI Encuentro Nacional de Actores Políticos Jóvenes, en donde se contó con la presencia de aproximadamente 200 jóvenes provenientes de múltiples partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil de 21 regiones del país. Como resultado de dicho encuentro se elaboró el siguiente pronunciamiento que compartimos con todos. El grupo coherencia también ha escrito sus impresiones al respecto:

http://www.coherencia.pe/actividades/vi-enapj

PRONUNCIAMIENTO DEL VI ENCUENTRO NACIONAL DE ACTORES POLÍTICOS JÓVENES (ENAPJ)


Ayacucho, 18 de julio de 2010

La Red Nacional de Actores Políticos Jóvenes- RENAPJ es un espacio que promueve la participación y el diálogo político entre la nueva generación, miembros de partidos políticos y organizaciones sociales del país, para que desde el ejercicio de su actoría, contribuyan a reformar y consolidar el sistema democrático en nuestro país.

Los 200 jóvenes del Perú, provenientes de 21 regiones, reunidos en el VI ENAPJ, en la ciudad de Huamanga, Ayacucho, quienes hemos debatido la problemática política, social y económica por la cual atraviesa el país, no nos mostramos indiferentes y alzamos nuestra voz como generación, acerca de los siguientes puntos:

1. ANTICORRUPCIÓN

Como generación, rechazamos todo acto de corrupción porque afecta el desarrollo integral del país, debilita el sistema democrático y la calidad de vida de las y los peruanos. Ante ello, nos comprometemos a:

  • Exigir el cumplimiento del ejercicio de la participación y vigilancia ciudadana.
  • Fomentar una cultura preventiva anticorrupción a través de la promoción de valores éticos desde nuestros diversos espacios de participación política.
  • Suscribir a la Red en el pacto ético promovido por el JNE.

2. MEDIO AMBIENTE

Nuestra generación reconoce que el crecimiento económico no garantiza el desarrollo sostenible en nuestra sociedad, es por ello que debemos buscar el equilibrio entre el desarrollo económico, social y ambiental que garantice las mismas condiciones de vida para las generaciones venideras. Ante ello proponemos:

  • Fomentar la generación de espacios donde se practique el diálogo genuino entre los actores involucrados en situaciones de conflicto.
  • Fiscalizar las políticas públicas en materia medio ambiental, las cuales afectan de manera directa a las comunidades más vulnerables.
  • Promover la inclusión del tema dentro de nuestros accionar y diversos espacios de participación social y política.

3. IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

Como jóvenes reconocemos que somos un país pluricultural y multilingüe. Nuestra riqueza radica en nuestras diferencias y la situación de exclusión y marginación que atraviesan los diferentes sectores del país impiden el desarrollo integral de cada uno de los peruanos; ante lo cual nos comprometemos a:

  • Defender de manera categórica la igualdad de oportunidades sin discriminación económica, social, cultural, étnica, de orientación sexual y religión.
  • Promover la participación de jóvenes, mujeres y niños de las comunidades indígenas.
  • Legitimar nuestras actividades desde el enfoque de género e interculturalidad.

4. COMPROMISO DE LOS CANDIDATOS ELECTOS

Como parte de una nueva generación política de jóvenes, nos sentimos orgullosos de que el proceso de consolidación democrática empiece a evidenciarse en el compromiso de los jóvenes por apostar por su país; por ello:

  • Exigimos que los miembros de la RED, elegidos en este proceso electoral, sean coherentes entre el discurso y su práctica política.

miércoles, 14 de julio de 2010

Una política de Estado al 2040

Una política de Estado al 2040

Ricardo Alejos Garcia

Militantes de Constructores Perú

En los últimos años existe una extensa discusión sobre si el Perú tiene o no una política energética nacional de largo plazo. Este cuestionamiento ha sido permanentemente utilizado por críticos del gobierno, sobre todo en temas controversiales como Camisea y el acuerdo energético con Brasil para desarrollar centrales hidroeléctricas en la selva.

Por ello, el actual ministro Pedro Sánchez ha decidido dar el paso delineando una política energética nacional al año 2040. Así, el Ministerio de Energía y Minas publicó su “Propuesta de política energética de Estado del Perú del 2010 al 2040”, con el pedido de recibir aportes a la misma desde la sociedad.

El capítulo de ingeniería eléctrica del Colegio de Ingenieros de Lima, por su parte, organizó el foro debate sobre la propuesta de política de Estado, que contó con la presencia de los ex ministros de energía y minas Juan Inchaustegui (gobierno de Acción Popular), Abel Salinas (primer gobierno aprista), Daniel Hokama (gobierno de Fujimori) y Carlos Herrera (gobierno de transición de Paniagua).

En dicho evento, si bien se expresaron múltiples críticas y valiosos aportes a la propuesta planteada, la principal conclusión fue: plantear una política de Estado no se hace para un periodo de gobierno (5 años), sino para mantenerse por lo menos unos 20 años, tiempo mínimo en el cual se podrán apreciar los resultados la política de Estado. Esto requiere un consenso amplio entre los actores políticos que llevarán los destinos del país en los próximos años. Sin embargo, la política energética debe responder no sólo a un consenso sobre la materia, sino, principalmente a las metas que el Estado peruano se plantee para el futuro de largo plazo.

Lamentablemente, las miradas de largo plazo y los consensos políticos de temas estructurales tan importantes como el uso de los recursos naturales y aspectos medio ambientales derivados de actividades energéticas no son parte del debate político nacional.

La política energética debe estar enmarcada en un debate político mayor sobre el modelo o modelos de desarrollo que buscamos y que “debería estar en el centro de las propuestas de los candidatos a las elecciones regionales, locales y presidenciales de este año y del próximo”, como bien anotaba Martín Tanaka en uno de sus últimos artículos.

Por ejemplo, en el caso de los cuestionamientos al proyecto Camisea se dan en todas sus etapas: las reservas no parecen ser suficientes en el largo plazo y hay cifras para todos los gustos, los precios internacionales actuales configuran un precio en boca de pozo mucho menor para la exportación que para el mercado interno; la capacidad de transporte contratada ha sido mucho menor que la demanda real, por ello hoy falta capacidad de transporte; todos los usuarios eléctricos pagaron el gasoducto que ahora el consorcio Camisea utiliza para exportar gas; el avance en la masificación del gas natural en las zonas urbanas es ínfimo; no se ha dado la prioridad para la llegada del gas natural a la zona Sur, etc., todo esto expresa para muchos la falta de una política energética nacional.

Lo positivo es que, por lo menos, un sector del Ejecutivo se ha animado a iniciar un debate nacional sobre recursos “estratégicos” como la energía, y esperamos que en los próximos meses, a medida que se acercan las elecciones, este se multiplique, ganando además importancia y notoriedad. Sin embargo, vemos que lo que ocurre en el sector energía es la excepción a la regla, pues los debates que buscan consensos políticos y consolidar políticas de Estado están ausentes.

Por el contrario, nosotros consideramos que pedir este tipo de debates sobre temas centrales para el país es un deber ciudadano. ¿Acaso es mucho pedir?

miércoles, 30 de junio de 2010

Son otros tiempos, pero siempre sometidos

En estos últimos meses y quizás con mayor fuerza en los últimos años, existen incontables movimientos “anti”. Todavía recuerdo quizás el primer gran movimiento “anti” de esta moda reciente. Ese movimiento se formó en torno por el rechazo al proyecto minero de Tambogrande. La campaña planteaba el reto de optar por utilizar el territorio para hacer una mina o para continuar utilizándolo como un valle fértil de limones. “Sin limón no hay ceviche” decían sus avisos que aparecieron pegados en las paredes de Lima.

¿Qué ha ocurrido desde aquella campaña hasta el día de hoy? Cuestiona el hecho de ver a ciudadanos de diversas zonas del país salir a marchar contra la construcción de una mina, contra la exploración ó explotación de hidrocarburos o, lo más llamativo, contra la construcción de hidroeléctricas.

Todavía tengo fresco el recuerdo de cómo hace unos pocos años atrás las poblaciones pedían a gritos al gobierno la construcción de su proyecto de una central eléctrica (hidro o térmica) para darle luz a sus poblaciones. Cada poblado quería tener su propia central hidroeléctrica, muchos dirigentes regionales impulsaban los proyectos para la construcción de centrales eléctricas para sus pueblos. Las autoridades contaban estos proyectos entre sus grandes logros y obras, ellos habían sido los ejecutores de la construcción de la central hidroeléctrica de la región o provincia o distrito y siempre quedaría grabado su nombre no sólo en la placa de inauguración sino también en la memoria de todo el electorado.

Sin embargo, la realidad actual es otra. Esos mismos pobladores que antaño luchaban por la construcción de proyectos de inversión en sus territorios, que aportaban faenas comunales de trabajo para lograr la ejecución, ahora marchan y reclaman en contra de su construcción. Sea lo que fuera, desde carreteras hasta hidroeléctricas, hoy se oponen; en el caso de minas e hidrocarburos es cierto nunca fueron “bien” vistas pero tampoco tenían una oposición tan vehemente y visible.

¿Es este un síntoma de haber ganado en ciudadanía, desarrollo y democracia? A veces pienso que estas oposiciones y colectivos no son más que expresiones caudillistas y de manipulación política de diversos intereses, sobre todo internacionales, como son los grupos conservacionistas, para quienes proteger y evitar cualquier impacto, aún sea mínimo, es su fin ultimo.

Por otra parte, el movimiento anti-minería, anti-hidrocarburos, anti-carretera y anti-hidroeléctricas asume el rol de la defensa de los intereses del “pueblo”, de ese “pueblo” que ha virado de intereses. Asumen ese rol defensor únicamente con el planteamiento de “conservar” las cosas como están pero no tienen alternativas de desarrollo ni tampoco plantean proyectos concretos y articulados para seguir la senda del desarrollo y superar la pobreza.

Parece que todavía respondemos a intereses de países ajenos europeos o Estados Unidos, tanto de su ala más a la derecha –pro libertad de mercados y capital– ó de movimientos “verdes” y “ecologistas”.

Los últimos buscan conservar en nuestros países aquellos recursos que sus países sí tuvieron la decisión y libertad de explotarlos, y con ello generar su desarrollo; sin embargo, a nosotros nos lo impiden vendiéndonos la idea de que “cuidamos el ambiente” o “protegemos la naturaleza”.

Nos hacen creer que esos problemas son de “todo el planeta” cuando la verdad es que son más de ellos que nuestros, pues esos países “desarrollados” emiten más del 60% de la contaminación del planeta y han devastado sus recursos naturales para tener el nivel de vida que tienen, mientras nosotros podemos seguir siendo pobres. Son ellos lo que no quieren parar el ritmo devastador de su estilo de vida y vienen a nuestros países a proteger finalmente sus propios intereses.

martes, 1 de junio de 2010

El tema de Camisea tiene para rato

Estas últimas semanas el tema Camisea ha sido extensamente comentado en medios como periódicos, radio y televisión. A pesar de la cobertura, poco ha quedado claro para la mayoría de los ciudadanos. Camisea tiene múltiples aristas, cada una más complicada que la otra.

Empezamos con las reservas y el carnaval de cifras que tenemos desde el inicio del proyecto, sin que, lamentablemente, quede claro si hay o no suficiente gas natural para abastecer el mercado interno y la exportación. El cuestionamiento en este punto es: si hay suficientes reservas, ¿por qué el consorcio Camisea no firma nuevos contratos de abastecimiento con las empresas industriales y otros usos como generación eléctrica y petroquímica?

El transporte de gas natural tiene como principal cuestionamiento el que dicho ducto fue prácticamente financiado por todos los usuarios eléctricos (nadie nos preguntó si estábamos de acuerdo) lo cierto es que todos los usuarios de electricidad pagamos el ducto con la promesa de que con dicho pago veríamos reducidas nuestras facturas de electricidad en el futuro. Los números indican que esa promesa fue cumplida, pues con la llegada del gas natural hoy pagamos menos por la electricidad si comparamos los pagos de antes del proyecto Camisea ¿El consorcio debería usar para la exportación el ducto que pagamos los peruanos?

En la fase de distribución se cuestiona que a la empresa distribuidora (Calidda) no se le ha exigido aun ejecutar una agresiva campaña de conexiones domiciliarias, pues el número de usuarios residenciales es bajo. En nuestros hogares todavía no tenemos el beneficio directo de este recurso.

En el caso del uso del gas natural para generación eléctrica, en su mayoría es utilizado en centrales de ciclo simple de baja eficiencia y no en centrales de ciclo combinado cuya eficiencia es mayor. Es decir, se está quemando gas natural y se está desperdiciando buena cantidad de este debido a la baja eficiencia de las centrales térmicas. También se cuestiona el hecho que gran parte de la generación eléctrica a gas natural está concentrada en la zona de Chilca y no distribuida a lo largo el ducto.

Sobre los gasoductos regionales, está claro que las regiones quieren los beneficios para sus industrias, parque automotor y electricidad. Sin embargo, dicho reclamo no es inmediatamente satisfecho por la empresa privada, pues para la construcción de gasoductos se requiere una certeza mínima sobre el consumo total esperado. Lamentablemente las empresas no pueden invertir a la velocidad que reclama la ciudadanía de la macrorregión Sur.

Está claro que Camisea, a pesar de todos sus defectos, ha traído cosas positivas para el país; sin embargo, como siempre, después de escrita la historia vemos que pudo haberse hecho las cosas mejor.

Queda claro que el gobierno peruano tiene poca capacidad de decisión sobre el uso y destino de los recursos naturales, en particular de los recursos hidrocarburíferos. Y, por otro lado, las empresas privadas como no tienen porqué responder a los reclamos populares (como el de la macrorregión sur) responden únicamente a sus intereses comerciales y no a los requerimientos de los ciudadanos.

Finalmente, nos queda claro que Camisea no sería posible sin el capital privado que invirtió en grandes cantidades; no obstante, consideramos que se debió planificar mejor el proyecto como, por ejemplo, haber regulado mejor y exigido más a los inversionistas.

Sin dudas Camisea será durante esta campaña 2010 y la siguiente un tema político para la oposición, esperemos que el tratamiento del mismo no sea para azuzar la violencia y el rechazo destemplado a la inversión privada, sino para iniciar un debate nacional sobre el uso de nuestros recursos.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Gas natural de Camisea un problema político


Ricardo Alejos


Militante de Constructores Perú



En nuestro post del 28 de Abril habíamos advertido del inicio en Mayo de la exportación del gas natural de Camisea y enfocamos el problema desde la perspectiva de la política energética nacional.



El tema del gas de Camisea siempre ha sido polémico, no sólo ahora, sino desde sus inicios. Shell lo descubrió en 1984, mientras buscaba petróleo y por mala suerte encontró gas natural. Después de frustradas y extensas negociaciones (hasta 1998), se fue sin explotarlo porque el gobierno de aquel entonces no aceptó sus condiciones, que ya incluían la exportación, pues el mercado interno de gas natural era inexistente y la forma de hacer viable el proyecto era la exportación al Brasil.



Al abandonar Shell el proyecto, revirtió al Estado peruano toda su inversión, entre 300 y 400 millones de dólares en exploración nos quedaron de “regalo”. Por eso los precios del lote 88 son baratos, fijados en su momento en 1 US$ por millón de BTU (MMBTU) actualizable.



A fines del gobierno de Fujimori se emitió la Ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural y su Reglamento. El proceso culminó durante el gobierno de Paniagua siendo ministro Carlos Herrera Descalzi. Inicialmente, el reglamento establecía un horizonte permanente de 20 años de abastecimiento interno, es decir, cada año había que asegurar 20 años futuros. Sin embargo, en el año 2003 dicho artículo fue modificado, cambiando el horizonte permanente por uno fijo de 20 años, calculando el horizonte en la fecha de establecido el contrato de exportación, con esta modificación se hizo posible el contrato con Perú LNG para exportar el gas de Camisea.



¿Cuándo ocurrió esto y no nos dimos cuenta? durante el gobierno de Toledo (10% de intención de voto) y siendo ministros Hans Flury y luego Jaime Quijandría este último señalado de un supuesto lobby con Kuczynski (5%).



Entonces, el propio Estado peruano modificó las normas para permitir la exportación del gas natural, ahora podría hacer lo mismo para revertir dicha situación, sólo es cuestión de voluntad política.



La última vez que el actual ministro Pedro Sanchez fue interpelado en el congreso hubieron voces pidiendo declarar inconstitucional las modificatorias realizadas en el gobierno de Toledo y volver al horizonte permanente de 20 años. Con ello se volvería a asegurar el mercado interno y sólo se exportaría aquel gas que “sobre” después de atender al mercado interno.



El tema del gas natural antes que un asunto técnico, es un tema político. Hoy los gobiernos regionales del sur reclaman (antes también lo han hecho sin ser escuchados) con justicia los beneficios de un recurso natural que nos pertenece a todos pero que por ahora sólo disfruta Lima. Tampoco son los primeros que reclaman, durante estos años y mientras se construía la planta de exportación hubieron diversas voces de alerta, incluido el reclamo de los gobiernos regionales, pero recién hoy, teniendo en frente la exportación (Mayo) y las elecciones del 2010 y 2011 el asunto recobra sospechosa relevancia.



Este asunto por su connotación política es una “bomba de tiempo” que será utilizada no sólo con fines políticos electorales regionales sino también por aquellos que buscan convertir nuestro país en una sucursal más de proyectos foráneos (Venezuela) disfrazados de “nacionalistas” o por aquellos que escudados en el respeto a la “estabilidad jurídica” (ya vimos que se modificó las normas sin ningún problema) venden nuestros recursos a intereses privados también extranjeros.



Definitivamente, Camisea es un tema para la campaña electoral del 2010 y 2011, por más que Velásquez Quesquén pida que no se use el tema “políticamente”, ¿Acaso Camisea no es de todos y lo pagamos todos?

viernes, 7 de mayo de 2010

Por un Perú con energía, libre y sin exclusiones.

Ricardo Alejos
Militante de Constructores Perú en Lima


Estimado Hugo Neira, el partido constructores agradece tu comentario a una de las columnas y a la vez recogemos tu sugerencia para aclarar el panorama y lo que pretendemos con este espacio de opinión.

Cierto, un Perú con energía es lo que necesitamos, es decir un país en el que cada ciudadano pueda aportar con su vida al desarrollo colectivo, mediante el proyecto de vida que quiera tener.

Sin embargo, nuestra energía como nación está menoscabada por los más grandes obstáculos de la vida y la libertad que son la pobreza y la exclusión. Pues no concebimos que en nuestro país, niños de zonas altas mueran de frío antes de los seis años cuando el promedio de vida está por encima de los setenta años, estos niños mueren antes de tiempo y no se respeta su derecho a vivir.

Por ello, toda vida nos importa, esta convicción implica mucho en lo programático desde tener mejores sistemas de transporte para que no mueran cada año miles de personas, hasta lograr que todos los ciudadanos tengan acceso a un servicio de salud de calidad.

Creemos que para lograr mayor libertad no debemos sacrificar la igualdad como ocurre con nuestro actual modelo económico, ni tampoco, creemos necesario sacrificar libertad por lograr mayor igualdad, como fue el error de muchos proyectos de izquierda. Por el contrario, la expansión de las libertades requiere un piso mínimo común para todos, un mínimo de acceso a salud, educación, justicia, vivienda, etc.

No podemos ser un Perú con energía mientras cada uno no nos sintamos orgullosos de ser peruanos y de reconocernos en una sociedad multinacional pero que a la vez viene forjando una identidad mestiza y unitaria, una identidad peruana, a la que cariñosamente llamamos identidad chola.

Por otro lado, queremos que así como reclamamos derechos, también seamos capaces de ejercer plenamente nuestros deberes. Hemos visto a lo largo de mucho tiempo incontables luchas por conquistar derechos, pero que algunas veces, no han tenido como obligatoria contraparte el cumplimiento de deberes ciudadanos.

La principal responsabilidad que buscamos asumir como Partido Político es de convertirnos en una élite nacional capaz de darle al país una nueva dirección, con el objetivo de convertir al Perú en una república de ciudadanos libres en una sociedad sin exclusiones. Quienes nos han gobernado hasta hoy sólo han sido seudoélites y grupos de poder particular que siempre prefirieron luchar por el bien privado que por el bien común.

Estamos construyendo un partido democrático y horizontal, no un partido caudillista, no un partido de “vacas sagradas” y cúpulas omnipotentes, por el contrario, queremos ser un partido en donde cada militante aporte desde sus propias capacidades y peculiares especialidades. Un partido que promueva la construcción del poder, donde importe más el conjunto y nadie se sienta por encima de otro, en donde nadie se sienta maestro o padrino de otros, pues esto es lo que han hecho hasta el día de hoy nuestros políticos.

Sobre la dicotomía técnico-político, el Perú se merece una élite política que sea técnica y política a la vez, pues la experiencia nos ha demostrado que no sólo los políticos pueden llevar a buen puerto nuestro proyecto republicano, ni tampoco lo han sido los técnicos como nos lo quiso hacer creer el Fujimorato. Para nosotros, todo político debe necesariamente tener una especialidad técnica en la cual destaque para poder hacer que su servicio político a la sociedad sea eficiente y eficaz, pues en un país con tanta pobreza es inmoral malgastar nuestros pocos recursos.

Por todo ello, apreciado Hugo, nosotros buscamos construir un país con energía, con la energía de TODOS.

miércoles, 28 de abril de 2010

¿Hay o no hay política energética en el Perú?

En mayo se iniciará la exportación de gas natural de Camisea hacia el mercado mexicano y/o norteamericano. La planta de liquefacción desde donde será exportado se encuentra concluida y representa una inversión de unos 3000 millones de dólares.

Las reservas probadas son 8.8 TCF (trillones de pies cúbicos) de los cuales 4.2 TCF están comprometidos para la exportación, es decir, la mitad de las reservas. El último informe de la certificadora Gaffney, Cline & Associates de 2009 indica que las reservas probadas de gas natural se encuentran comprometidas casi en su totalidad entre el mercado interno y la exportación; por ello, el consorcio Camisea no ha firmado nuevos contratos con los industriales nacionales que quieren utilizar el gas como combustible para sus procesos, y solo han accedido ante las presiones a realizar una subasta de 80 MMPCD, que es insuficiente para abastecer la demanda.

En resumen, el proyecto del gas natural de Camisea (I y II) está orientado casi en un 50% hacia la exportación, lo que implica que el mercado interno no sería abastecido en el futuro. ¿Por qué vendemos al exterior el gas natural si no tenemos mayores reservas descubiertas que permitan autoabastecernos? ¿Se logrará destinar al mercado interno nuevamente lo comprometido para exportación? Esto dependerá de nuestras élites de gobierno.

Así, ha quedado en suspenso los proyectos de gasoductos regionales hacia Chimbote y principalmente el gasoducto sur (proyecto Kuntur) que abastecería de gas a esa parte del país. La respuesta ha venido de los gobiernos regionales del sur, quienes exigen que se asegure el suministro a este proyecto, pues Camisea abastece casi exclusivamente a Lima y ninguna región del sur se beneficia del gas, ni siquiera el Cusco.

La exportación fue promovida en el gobierno de Toledo y en particular durante la gestión de los ministros Quijandría y Kuczynski, cambiándose en esa época la antigua ley que aseguraba el abastecimiento interno antes que la exportación, al señalar que sólo se podía exportar gas si antes se aseguraba el abastecimiento interno por un horizonte permanente de 20 años.

Se puede decir que no existe una política energética en el Perú que permita el uso eficiente de los recursos energéticos, la seguridad de abastecimiento y, sobre todo, la sostenibilidad a largo plazo del sector. Sin embargo, sí existe una política que orienta el actuar del Estado y los agentes en una economía de mercado: esta propone dejar al libre mercado y los agentes privados tomar las decisiones de inversión, asegurándole para ello todos los mecanismos para su rápido y fácil desarrollo.

Este modelo ha generado retrasos en la disponibilidad de infraestructura de energía y también conflictos sociales, estos últimos debido a la explotación de recursos como el Petróleo, el gas de Camisea o el agua en el caso de centrales hidroeléctricas como la del Mantaro, Pucará en Cusco y más recientemente el proyecto Inambari.

Por ello, es necesario buscar nuevos mecanismos legales y técnicos que permitan planificar el sector energía, de forma tal que se logre un consenso nacional acerca del uso de los recursos que poseemos, la forma en la que serán explotados y asegurar la sostenibilidad del sector en el largo plazo.

La política energética nacional debe pasar de ser menos implícita y más explícita ya que la experiencia nos ha demostrado que las fuerzas del mercado en un país como el nuestro son insuficientes para asegurar un desarrollo sostenible, con cuidado del medio ambiente, con eficiencia en el uso de los recursos y manteniendo la seguridad de abastecimiento nacional.

miércoles, 13 de enero de 2010

"No existe una política clara de ..."


Es una de las frases que más se ha oído esta semana. La cantaleta suena así "no existe una política clara de manejo de recursos naturales", "no existe una política clara de manejo de conflictos sociales, "no existe una política clara de precios de combustibles", "no existe una política clara de defensa del patrimonio", "no existe una política clara de educación escolar", "no existe una política clara de seguridad", "no existe una política clara de lucha contra el narcotráfico", "no existe una política clara de manejo del INPE" y un largo etcetera.


Es que en los últimos días no parece que exista una política clara de nada en el país, hacemos agua por todas partes y la frase "no existe una política clara de ..." se ha vuelto un lugar común entre los titulares, opiniones, entrevistas y análisis.


Esta expresión, sin embargo, nos está indicando que la crisis del modelo de gobierno del país empieza a tocar fondo, pues estamos navegando nuestra historia únicamente sobre la base de la economía y dentro de ella apostando por un modelo de economía de libre mercado, consagrado en la constitución y que justamente evita o entorpece la proliferación de políticas públicas claras y coordinadas en las materias de gobierno. Ahondando más en esto, está claro que, no tenemos tampoco un norte como país con un mínimo de consenso entre los actores políticos nacionales ¿El acuerdo nacional no ha sido suficiente?


Por otro lado, los partidos políticos, disminuidos en la década del noventa en la misma que se encumbró la economía de libre mercado, han renunciado a pensar el país, a plantear alternativas de gobierno y a elaborar estas políticas de Estado que respondan a los problemas actuales del País.


Y es que pasamos de un Estado planificador y centralizado como el de los inicios de los años 70's con las reformas velazquistas a un Estado libre de intervención estatal y con poca o muy limitada "regulación", entonces, todo lo que hoy nos ocurre es falta de miradas de largo plazo y de planificación estratégica nacional. Hasta el día de hoy, seguimos en muchos casos, sustentando nuestro crecimiento de insfraestructura y otros sectores en estudios realizados en los años 70's y algo de los 80's, puesto que no se ha pensado el país de forma ordenada en las últimas dos décadas.


Sin embargo, el que no exista un política clara en ninguna materia no significa que tácitamente esta no exista, es decir, en realidad sí existe una política clara y esa política es la de "dejar hacer", en términos económicos significa dejar que la mano invisible del mercado ordene a los actores a tomar decisiones de tal forma que al final todos salen beneficiados (en la teoría). Entonces, sí existe una política clara, la de un pragmatismo de dejar en total libertad al accionar de los individuos pues esto abundará en la mejora colectiva de todos,¿Está dando resultados positivos esta política tácita hasta nuestros días?.


Está muy claro que después de la década de los ochenta el desencanto por la política y la ideología hemos devenido en un país altamente pragmático en todos los aspectos de nuestro gobierno, nuestra historia, incluso nuestra propia vida individual. Hemos dejado de lado los significados y el colectivo y preferimos tomar las decisiones de nuestra vida basados en una suerte de análisis costo beneficio permanente. Así, el espacio de la política y el consenso se hace estrecho o prácticamente inexistente ya que nadie quiere apostar de por vida por un proyecto conjunto o de un proceso de largo plazo como es la construcción o reforma de partidos políticos nacionales.


Así, quizás, la razón de que no exista un política clara de nada es nuestra filosofía de vida como país en estas dos últimas décadas expresada en un excesivo pragmatismo tanto individual como colectivo. Si ahora, la opinión general parece virar hacia elaborar hojas de ruta o políticas de largo plazo sea un signo de que las cosas pueden empezar a mejorar y tener un punto de vista menos radical con respecto al valor del pragmatismo social e individual y demos nuevamente el lugar que le corresponde a proyectos colectivos y de largo plazo, sobretodo a la política como medio para lograr la mejora de la sociedad en su conjunto.